LA MUDA.

Apolisis y Ecdisis.


La presencia de un exoesqueleto rígido en los insectos imposibilita el crecimiento mediante un aumento gradual del tamaño externo del cuerpo. Es necesario un crecimiento escalonado mediante pérdida periódica del exoesqueleto viejo y formación de uno nuevo y de mayor tamaño.


La muda es un proceso complejo controlado por hormonas secretadas por el cerebro y por las glándulas neuroendocrinas que actúan sobre las células de la epidermis y sobre el sistema nervioso.

De forma resumida, la muda comprende dos grandes procesos. En el primero, la apolisis, la antigua cutícula se separa de las células epidérmicas subyacentes. Después, se digieren las partes no esclerotizadas de la vieja cutícula y se forma una nueva. Por último, se produce la ecdisis, última fase de la muda que consiste en el desprendimiento de la cutícula vieja.

Entre dos procesos de muda, se produce realmente el crecimiento de los tejidos del animal. Es lo que se denomina estadios de intermuda. Cuando un artrópodo alcanza un crecimiento de sus tejidos tal, que llena su funda exoesquelética, se disparan las señales que desencadenan todo el proceso de la muda. Es entonces cuando el animal entra en un estado conocido como premuda, donde ciertas glándulas de la epidermis comienzan a secretar enzimas que digieren la vieja endocutícula. De este modo comienza a separarse el exoesqueleto de la epidermis (apolisis).

Una vez que la vieja cutícula ha sido prácticamente disuelta y se ha formado la nueva, tiene lugar la muda sensu estricto o ecdisis. La vieja cutícula se separa de tal manera que el animal puede moverse libremente y despojarse de ella. La muda ahora separada se llama exuvia.

Conviene recordar que, durante la ecdisis, se renuevan todas las cutículas del cuerpo, no sólo las externas. Esto incluye las endocutículas que tapizan el tubo digestivo anterior y posterior, las tráqueas, las superficies de los ojos, etc. Tan pronto como emerge la nueva cutícula, y mientras ésta es aún blanda y flexible, el cuerpo se hincha con rapidez por la entrada de agua o aire, lo que promueve su estiramiento.

Después de este complejo proceso, el animal entra en el periodo de postmuda, en el que se produce el endurecimiento de la nueva cutícula por esclerotización. A continuación, el exceso de agua o aire es eliminado del cuerpo por bombeo activo, y comienza el crecimiento del resto de los tejidos corporales, dentro ya del periodo de intermuda.

El control de la muda

Los procesos que tienen lugar durante el ciclo de la muda están controlados por muchos genes y un sistema hormonal complejo. En el caso de los hexápodos, Inicialmente es una cascada de hormonas cerebrales, producidas por las células neurosecretoras del cerebro, la que estimula las glándulas de la muda. Estas glándulas secretan a su vez ecdisona, la segunda hormona, que promueve el crecimiento de la larva. Unida a estas dos, actúa la hormona juvenil, cuyo trabajo es inhibir la metamorfosis.


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