LA CUTÍCULA

La cutícula es la parte más externa del exoesqueleto y está formada por dos capas principales: la procutícula, al interior, de unas 200um de grosor y que contiene quitina y la epicutícula, externa y mucho más delgada.

Procutícula

Constituida por quitina. Este polisacárido está constituidos por moléculas de N-acetil-D-glucosamina, unidas por enlaces β(1-4). Los grupos de moléculas de quitina se organizan a su vez en microfibrillas y, combinadas con proteínas, se disponen en láminas, de manera que proporcionan a la vez resistencia y flexibilidad. Es cierto que algunos insectos tienen exoesqueletos blandos, como muchas larvas. Sin embargo, la mayoría tienen la cutícula dura e inflexible, excepto en las articulaciones, gracias a que sufren un proceso de endurecimiento o esclerotización.



Este proceso es irreversible y se produce cuando las cadenas de proteínas se unen entre sí por medio de quinonas. La capa más externa y esclerotizada de la cutícula es la exocutícula, y la más gruesa e interna, la endocutícula.

La cutícula se encuentra esclerotizada en zonas que requieren gran resistencia como garras, mandíbulas de las piezas bucales, etc. Sin embargo, para dar flexibilidad a las articulaciones de las patas y entre los escleritos del cuerpo, la procutícula no se esclerotiza y sólo está presente una endocutícula membranosa.


Epicutícula

Es la capa más externa, delgada y frágil, donde se distinguen desde el interior hacia la superficie:
  • Capa de cuticulina, compuesta principalmente por proteínas unidas a quinonas y lípidos. En ella se distinguen también dos partes. Una más densa externa y la otra, interna, más gruesa y menos densa.
  • Capa cérea, bien desarrollada en los insectos. Las ceras de esta capa son largas cadenas de hidratos de carbono y lípidos que proporcionan una barrera eficaz contra las pérdidas de agua, y en combinación con la capa de cemento, protección contra los ataques bacterianos. No hay duda de que el desarrollo de la epicutícula fue un hecho crítico en la invasión de la tierra por los artrópodos.
  • Capa lipoproteínica o capa de cemento. Es la más externa y de carácter lipoprotéico.

Los insectos han desarrollado modificaciones y extensiones en la cutícula, variando desde aquellas finas y similares a pelos, a las robustas semejantes a espinas. Existen cuatro tipos de protuberancias distintas, todas con la cutícula esclerotizada, que pueden distinguirse en base a su morfología y función:
  • Sensilas (o sensilas tricoides o pelos, etc). Estructuras multicelulares con células especializadas. Una interviene en la formación del pelo (célula tricógena), otra en la formación de la cavidad (célula tormógena) y otra queda como célula sensorial
  • Espinas. Su formación implica varias células epidérmicas no diferenciadas.
  • Acanthae. Una por célula.
  • Microtrichia. Más de una por célula.

La función sensorial de estas protuberancias queda restringida a las sensilas, donde diferentes células se especializan para detectar estímulos externos y ejercer la función de órganos táctiles.

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