EL SEGMENTO TÍPICO
ARTROPODIANO.
Los artrópodos en general son
considerados como un grado en el proceso evolutivo, conseguido al lograr la
esclerotización de su cutícula. Este logro se desarrolla sobre una base
metamérica, que nos conduce a considerar la metamería como una adquisición muy
antigua conseguida por los grupos antecesores de los artrópodos, en una fase
previa al proceso de artropodización. Y es precisamente la existencia de esta
estructura metamérica ancestral la que condicionaría la organización de los
artrópodos sobre un modelo estructural básico también metamérico. Dicho modelo
está basado en la presencia de unidades, los metámeros, que se repiten a lo
largo del animal. Este tipo de organización corporal está presente en los dos
grupos animales que mayor éxito evolutivo han tenido, los artrópodos y los
vertebrados, por lo que parece tener un gran éxito biológico.
En función del tipo de segmento
que compone el cuerpo de un animal, nos encontramos ante dos categorías dentro
de la metamería:
• Homónoma. Si todos los
segmentos del cuerpo son iguales.
• Heterónoma. Si existen
diferencias estructurales entre ellos.
La metamería en los artrópodos es
claramente heterónoma y suministra la base sobre la que posteriormente se
realiza el proceso de tagmosis o tagmatización. Este proceso consiste en la
agrupación de varios segmentos para formar una nueva estructura funcional, el
tagma, caracterizados por la especialización funcional que presenta.
TAGMATIZACIÓN EN
INSECTOS.
La morfología externa de los
hexápodos está marcada por la presencia de tres partes bien diferenciadas:
cabeza, tórax y abdomen. Todas ellas están constituidas por una serie de
segmentos que han sufrido mayor o menor grado de fusión.
Así, la cabeza en los insectos es
un tagma perfectamente delimitado. Se forma por la fusión de los segmentos
anteriores del cuerpo, como resultado del proceso de cefalización dentro de la
artropodización. En esta región, el exoesqueleto externo está formado por
varios escleritos que se sueldan dando lugar a la cápsula cefálica, donde se
distinguen diferentes áreas craneales.
Esta parte se especializa en la
captura y manipulación del alimento, percepción sensorial e integración
neuronal. Como consecuencia de esta cefalización, tal y como veremos en temas
posteriores, se producen también reorganizaciones internas. Surge así un
“cerebro”, como resultado de la fusión de los ganglios nerviosos anteriores.
PRÁCTICA DE LABORATORIO ESTRUCTURAS EXTERNAS DE LOS INSECTOS
Objetivos de la práctica de
laboratorio:
- Identificas, por medio de la microscopia óptica las diferentes estructuras externas de los insectos.
- Estudiar las principales características externas de la clase insecta.
- Reconocer la distribución en tagmas del cuerpo de los insecatos.
Metodología:
- Especímenes variados de insectos.
- Estereoscopio.
- Pinzas.
- Agujas de disección.
Procedimiento:
- Observar la estructura externa de los insectos.
- Observar la estructura externa de un artrópodo diferente al insecto y comparar.
- Identificar diferentes partes del cuerpo de los insectos y clasificarlo con ayuda de fotografías y videos.
EL TÓRAX. LAS PATAS Y
LAS ALAS.
En cuanto al tórax, sigue el
mismo esquema segmentado que en el resto de los artrópodos, y se divide en tres
partes: prototórax, mesotórax y metatórax, según nos refiramos a la parte
anterior, media o posterior del mismo. Cada segmento se compone de unas placas
duras o escleritos que reciben distintos nombres dependiendo de si se sitúan en
posición dorsal, lateral o ventral. Hablamos de terguitos, pleuritos y
esternitos, respectivamente.
god
ResponderEliminar